Lazos.
Tu cuerpo y el mío, entrelazados, los dos. Unidos por los labios y el roce de tu voz contra mi piel. Me estremece sentir que tus ojos me contemplan, y amo saber que te gusta poder vivirme. Te detienes a observar cada detalle de mi piel como pretendiendo apreciar un lienzo con trazos delicados de ternura y pasión. Sintiéndote cerca no necesito nada más; es ese momento en el que todo lo que me rodea pasa a ser nulo y tú, delante mío, conformas mi integridad y entereza, conformas todo lo que yo necesito para ser feliz. Eres aquello por lo que yo nací y por lo que voy a vivir esforzándome por ser cada día mejor, para tí. Te amo con cada fibra de mi ser. Mi corazón palpita más fuerte cuando siento el tuyo cerca. Tu presencia hace que mi rostro se sonroje, eres el único que puede alterar todo mi sistema causando en mí, contínuamente una sonrisa. No imaginé nunca sentirme así, o mejor dicho, volver a sentirte cerca. Volver a tenerte a mi lado, haciéndome feliz, es algo que jamás hubiera concebido en mi mente, y sin embargo estás aquí conmigo, y eres mío y yo tuya, como siempre debió ser.
No comments:
Post a Comment