No pido más que besarte en la mañana, abrigarte por la noche y verte sonreír. No pido más que sentirte cerca mío, unir nuestros relojes y el tiempo compartir. No pido más que darte lo que pides, amarte hasta el hartazgo y hacerte feliz. No pido más que ocupar tu corazón, llenar tus recovecos y tus miedos ahuyentar. No pido más que besar hasta tu alma, que tú me correspondas y tus lágrimas secar. No pido la luna, el sol o el mar; te pido a ti, no me dejes de amar. No pido que a una estrella le pongas mi nombre, no pido que sueñes morir a mi lado, solo te pido: enséñame a amarte, y déjate ser amado. Porque contigo soy, porque contigo aprendí a sonreir, porque contigo aprendí a compartir el tiempo, a amar y a ser feliz haciendo feliz a otro. Contigo aprendí que no se necesita mucho para alegrar el alma, que basta con un beso, una caricia o una palabra. Comprendí a tu lado que una mirada basta para sanar las heridas; que tu mirada extiende mi sonrisa, y la mantiene unida a mí, como una fotografía. Te amo, con cada fibra de mi ser te amo y cito "... después de tantos tragos amargos..." uno dulce saca al corazón de su letargo. Gracias por despertar en mí las ganas de volver a intentar, de encontrar a aquella persona que me hiciera sentir que vale la pena probar, confiar, respetar y amar.
No comments:
Post a Comment