Two.

Dos veces de vos. Dos chances con vos, dos formas con vos.
Aprendí con vos, tantas cosas de mí, me enseñaste de mí. Dos veces. Hoy miré una foto. Y sin darme cuenta vos me habías enseñado los dos principios que yo llevo en mi piel y que, por ingenua, no pude recordar cuando debía. Esos dos principios que siempre fueron la base de mi fuerza y que, el día que arruiné todo, olvidé. ¿Cómo pudo olvidárseme eso? Por mi culpa, por haberme olvidado de eso que llevo conmigo, dejé que todo se me fuera de las manos; es por eso que necesité un golpe, y una segunda oportunidad para darme cuenta de lo que me pasó. Es el día de hoy que encuentro la real explicación a lo que pasó, y como los estudiosos y científicos, me siento gratificada de haber descubierto lo que sucedía. Es como una epifanía personal, como un descubrimiento relevante que hace que una infinidad de cosas, situaciones y sentimientos cobren sentido casi instantaneamente. Te necesité a vos, dos veces. La primera para darme el golpe, y la segunda para remediarlo. Gracias, te agradezco infinitamente por dejarme aprender de vos y más que nada, por hacerme aprender de mí, para poder darte siempre lo mejor.