Que pase el tiempo.

     Todo puede cambiar; el sol puede apagarse, va a apagarse alguna vez. Quizá la luna ya no gire, el mar no se mueva y sea un gran lago salado; quizá no haya más mar. Tal vez las hojas se sequen y no quede ninguna verde unida a su rama. Puede que las luces se apaguen, que el día sea noche, y la noche sea más noche aún. O que a las plantas no se les antoje salir de sus semillas; o que a los animales no se les dé por engendrar. Puede que todo se acabe. Puede que nos quedemos sin comida, que las paredes de  todos los edificios se desmoronen. Puede que el mundo deje de rotar. puede que los continentes vuelvan a unirse y las guerras afloren. Pero si aunque el sol se apague, la luna no gire o el mar no se mueva, aunque no haya más mar ni hojas ni luces, aunque no veamos nunca más la luz del día, las nubes, las plantas, si, aunque nos quedemos sin comida y sin techo vos me amás, yo voy a aprender a vivir del aire para vivirlo con vos.