Wednesday, January 7, 2015

No me voy a Morir

No me voy a morir. Eso no significa que no piense en ello de tanto en tanto, simplemente no lo relaciono con mi enfermedad. No se extiende mi diagnóstico hacia la posibilidad de que el día de mañana me muera de la misma forma que murió mi abuelo. Ese miércoles que me enteré después de cuatro años lo que en realidad llevo en mi cuerpo, no supe como reaccionar. Cáncer, ese papel me informó que lo que tengo es cáncer. No supe cómo hacerme a la idea de que la misma enfermedad que vi sufrir a muchas personas es ahora mía. De todas maneras no es eso lo que me afecta. Lo que realmente me llega a doblegar es la idea de que por culpa de ese papel muchísimos planes que tenía quedaron en espera.
El 2014 tuvo tan solo un hecho relevante, fue el año en que me dí cuenta de a quién quería junto a mí y fue el año en que por primera vez decidí ir en busca de lo que quería, con miedo de fallar, pero decidida a intentarlo, y así fue como conseguí recuperar a la persona que por miedo perdí hace un tiempo, la persona que más me amó, me ama y me va a amar en todo el mundo. De no ser por él en este momento sería un manojo de nervios (estaría aún peor de lo que estoy).
Siempre fui positiva, siempre optimista, mirando hacia el frente, hasta que algo más fuerte que yo me venciera, pero incluso ahora, que tengo todas las de perder, que tengo miles de motivos para pensar en no querer pensar, para llorar y encerrarme, es cuando más para adelante quiero tirar. No creo en dioses, pero si sé que este momento de mi vida es un desafío enorme que va a determinar quién soy en realidad. No fue suficiente con enterarme de que porto una de las enfermedades más dañinas en el cuerpo. También tuve que soportar un despido sin causas aparentes por parte de jefes aparentemente justos y moralmente correctos, que el 24 de diciembre del 2014 decidieron hacer que me desmorone y se destruya esa fortaleza de positivismo que llevaba en mis hombros. No van a destruirme, no van a conseguir que todos mis planes y mis sueños se cancelen, no van a lograr que me quede sentada en mi lugar, porque el despido no fue un obstáculo, es el empujón que necesitaba para decidir hacerme independiente. No voy a ser una esclava, no voy a atarme a un solo lugar y agradezco que mi compañero de vida comparta esa idea conmigo, que sea él quien tenga intenciones de llevar esto adelante a pesar de mis miedos y fobias.
El 2014 no me tiró para atrás, al contrario, me terminó de demostrar la fuerza que tengo para soportar y superar obstáculos, uno tras otro, sin flaquear y sin pensar que todo está perdido.
Doy gracias a la gente que este último tiempo supo acercarse a mí, dejarme saber que cuento con ellos, y a aquellos que se alejaron tanto por miedo o por inseguridad, les agradezco por hacerme dar cuenta de quién es de fiar realmente.
Yo no soy lo que los demás creen de mí, soy lo que yo decido ser, con el empeño que le pongo.

1 comment:

  1. que fuerte. Que bueno leer todas esas palabras que salgan de vos, no necesitás otra cosa más que eso, las ganas y la positividad para seguir y aplastar todo lo malo que se te ponga en el medio. te mando la mayor de las energías para vos, y que todo mejore.
    un abrazo grande :)

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