No quiero que sientas que todo se terminó por tu culpa. Fue culpa de los dos. Fue culpa de que yo me mudara inicialmente con alguien que no te caía en gracia. Fue culpa de que no te agradara la idea de que trabaje tanto y viva tan lejos, fue culpa de que me preocupara tu futuro y el hecho de que, siendo tan diferente a mi, no te propusieras metas, no llevaras s cabo ninguna de las que nos propusimos juntos.
Hoy puedo decir que crecí. Crecí porque pude y puedo poner en palabras lo que me pasó, lo que hizo que yo decidiera inconscientemente que ya no quería nada, que quería distancia. Yo sé que si algún día te vuelvo a cruzar mi cuerpo y mi alma van a volver a vibrar de la misma forma que lo hicieron siempre y es por eso que ahora agradezco que estés lejos, con tu familia, con tus amigos, disfrutando tu vida. No creo poder soportar ese tipo de emociones y salir bien parada.
No dejes que mis errores construyan una burbuja alrededor tuyo. Hay muchas personas que pueden amarte como yo, si les das la oportunidad. Yo ya sé que no te merezco, que mis errores se llevaron la posibilidad de un futuro juntos y lo lamento infinitamente porque el mundo con vos en este momento para mí sería diez veces más fácil de enfrentar.
Me encantaría saber en qué momento voy a dejar de pensarte, de soñarte, de sentir tu perfume en el subte y retorcerme de dolor; quiero saber en qué momento vamos a poder seguir con nuestras vidas y después me acuerdo de lo que vos siempre dijiste, que volví a leer el otro día al mudarme y encontrar tus cartas: éramos dos mitades esperando encontrarse. Lamentablemente yo voy a seguir siendo una mitad. Vos te acorazaste con tu desconfianza y yo elegí alejar a todos. Pienso a veces qué habría sido mejor pelear, odiarnos, y no este silencio eterno en el que nos sumimos los dos para no seguir lastimándonos. Pero yo ya no tengo derecho de pedir nada y todo será como tenga que ser.
Por favor te pido que si lees esto, empieces a darte cuenta de lo increíblemente enorme que es tu corazón, y que cerrarlo es un desperdicio.
Por todo lo demás te pido perdón. Por mi ausencia, por mis miedos, por mis errores, por dejar que todo se fuera a la mierda, por no saber cómo balancearme. Te pido perdón por haber descubierto que soy de piedra por fuera y de gomita por dentro, y que ante la más mínima presion, me doblo.
Te deseo con todo mi corazón que tu vida sea la mitad de lo difícil que está siendo la mía en este momento, y que seas el doble de lo feliz que fui yo al verte en fotos realizando tu sueño.
No comments:
Post a Comment