Wednesday, March 11, 2009

Nada.

Ojos perfectamente delineados, fuerte negro resalta mi mirada triste, mi pelo, mezcla de nido de paloma con nido sistemático de mi mente, cuasirulos podría decirse. Un fuerte rojo carmín ilumina mis labios y mis uñas corroidas, que poco muestran nervios y miedo. Una mueca triste, un no se qué en mi corazón da vueltas y recorre mi cuerpo, se llama sangre, me mantiene viva. ¿Sentimientos? Bien gracias, estan guardados en una caja que no me atrevo a abrir de nuevo, prefiero no sufrir, ser un ente sin sombra, Dios mío.
¿Qué digo Dios? Si yo no creo en Dios, nunca estuvo para mí; ¿por qué dedicarle mi devoción a algo que nunca me creó ninguna satisfacción? ¿Por qué dejar que se apodere de mi tiempo con rezos y confesiones? ¿Por qué tengo yo que buscar el perdón de mis acciones y pecados si todo tiene un por qué? Confesarse no es más que arrepentirse de los actos propios. ¿Por qué querría yo arrepentirme de mis actos si me hicieron la persona fuerte que soy hoy? Si todo tiene un por qué y puede ser explicado. Le buscan el lado complicado, sinceramente no lo entiendo y prefiero no hacer nada al respecto y ser quien soy. Quiero no arrepentirme ni sentirme culpable de que muchas veces me equivoqué e hice mal las cosas. ¿Pero qué sentido, qué gracia tiene hacer todo bien y perfecto hasta que te equivocás y vas corriendo a confesarte? En vez de eliminar lo malo, aprendí a vivir con ello. Es mi compañero y aparece en todos lados, ninguna mente está totalmente tranquila y limpia.
Todos siempre me hicieron pedir perdón y rendir cuentas de mis acciones pero; ¿quién me puede decir a mí si algo que hice bien está mal? ¿Quién sabe realmente lo que está bien y lo que no? Pero por favor. Dejenme crecer a mi manera, descubrir, golpearme y levantarme sabiendo que podría hacer las cosas mejor si yo misma me lo propongo. Cada uno conoce su lugar en el mundo, nada ni nadie puede impedirme ser quien yo desee ser mientras no afecte el deseo de otro.
Se perdió el respeto, los valores, la moral. Pocos de los nuestros lo tenemos, cada día más y más gente se pierde y elimina de su mente que se equivocó, le atribuye la culpa a otro. ¿Por qué no podemos vivir con Nuestra culpa y debemos entregársela a otro, sacárnosla? La culpa, el dolor, los errores y fracasos nos hacen más fuertes y ustedes idiotas no hacen más que borrarlos de sus mentes y corazones. Débiles, no pueden aceptar que no existe la perfección. Ni el diamante más finamente pulido es perfecto y ustedes imbéciles intentan serlo. Ser perfecto es algo que cada uno define de distintas maneras. Ser perfecto puede involucrar ser honesto, cuidadoso, respetuoso y humilde, o ser todo lo contrario, ambicioso, poderoso y millonario. Para qué pretendemos ser perfectos, si cada uno lo es a su manera. Nadie nunca está satisfecho ni disfruta de su vida con lo que tiene. Yo no tengo nada, y sin embargo, soy feliz.

No comments:

Post a Comment