Thursday, March 12, 2009

Tuya.

Paso todo el tiempo pensando cómo hacer para entender tus formas, tus ideas, no logro comprender por qué no te desprendés de lo que te hace mal y no te alejas de aquellos que buscan hacerte daño, habiendo unos pocos que siempre deseamos lo mejor para vos. Igualmente yo no soy ni nunca fui quién para hacerte cambiar de parecer ni tampoco quiero, o por lo menos mi parte moral no te querría hacer cambiar. En cambio mi parte irreverente, prepotente e impaciente se muere por escucharte decir que querés estar conmigo. Lamentablemente esa parte de mí vive todo el tiempo callado y dejo que mi lado moral me maneje y me de a entender que debo aceptarte como sos y mantenerme callada, cuidarte en silencio y preocuparme por vos más que por mí para no recordar que me muero por verte, por sentirte cerca, por no compartirte. Puedo sonar egoísta y quizá lo sea, pero no quiero que nadie te tenga porque siento que nadie será capaz de quererte como yo te amo.
Estoy constantemente pensando en vos, amagando a mandarte mensajes por sentirme molesta, por sentir miedo. Miedo a pasarme de la raya y que no quieras tenerme cerca. Dios odio sonar tan infantil, pero realmente parezco fan tuya más que otra cosa, porque muero por saludarte, o visitar los lugares que vos visitás para verte, quizá solo observarte desde lejos. Quizá no tendria que haber intentado verte tantas veces, porque muchas de ellas se frustraron y me hacían demasiado mal.
Esta semana había tomado una decisión, te borraría de mi vida, de mi corazón, de mi mente, de mí. Había elegido no comunicarme con vos para intentar olvidar todo lo que pasó durante estos cuatro meses pero intentar hacerte desaparecer y actuar con indiferencia causó que comenzara a extrañarte y a necesitarte más. A necesitarte cerca, a necesitar tu voz, tus palabras. A necesitar infinitamente más saber lo que te pasa, lo que te preocupa, lo que te hace feliz.
Mientras más me faltás, más te necesito. Por momentos me siento más que segura de que debo considerarte solo un amigo, un conocido, sin dejar de valorar todo lo que pasamos juntos, que si me pongo a pensar en realidad no fue mucho, pero generó mucho en mí. Todo lo que me dejaste conocer de vos, o mejor dicho, la forma en que te abriste a mí como a ningún otro, hizo que yo comenzara a abrirme hacia vos, y me sintiera mucho más cómoda hablando con vos que con cualquier otro. Es por eso que ahora me siento tan mal, y es porque hace ya un poco más de una semana que no puedo hablarte y de a poco me voy llenando de cosas que decir y no tengo a nadie que esté como vos, dispuesto a escucharlas sin pensar que estoy completamente loca.
Inevitablemente aún siento todo lo que te confesé y aunque por un lado intente convencerme de que me hace mal lo que me hacés sentir, en realidad yo asiento y le doy la razón a mis amigos que me dicen que te olvide, pero dentro, muy dentro de mí, aún te amo, lo seguiré haciendo, y vos lo sabés.

No comments:

Post a Comment