Rollercoaster.

¡Quiero bajar! No quiero continuar con este viaje, me hace mal, me destruye, le tengo miedo, fobia, lo rechazo. Quiero alejarme y no volver a ver nada parecido. Nunca experimenté una sensación tan desgarradora y desmotivante como hacer semejante paseo y dejarme llevar atada a un sentimiento que no me brindó jamás ninguna seguridad.
Aún no comprendo que fue lo que me llevó a decidir qué era lo mejor, que debía intentarlo , elegir que no debía dejar pasar oportunidades de conocer cosas nuevas. Sólo se que nunca intentaré sentirme así de nuevo, no quiero otra vez sentirme indefensa, impotente ante la realidad de saber que nada me sostiene, nada me contiene, ni puedo saber con seguridad que saldré bien parada de todo eso. Por más anticuada que pueda sonar, quizá sea momento de comenzar a utilizar técnicas mas conservadoras, establecer un frente defensivo y entender que debo cuidarme de ciertos aspectos de mi vida los cuales se que me afectan por sobremanera. Deberé comenzar a evitar aquellas atracciones que me generen incomodidad, desconfianza y deseos de abortar cualquier decisión que haya tomado.
Ahora desde abajo, comienzo a mirar hacia las alturas y veo donde me encontraba pocos segundos atrás, comienzo a creer que estoy completamente desquiciada al poner mi vida en riesgo de semejante manera, pero por otro lado, puedo permitirme pensar que de los errores se aprende, y subir a esa atracción, fue una de mis mayores equivocaciones. De ahora en más evaluaré varias veces las cosas antes de adentrarme en algo desconocido, sabiendo que podré salir muy lastimada.